lunes, 20 de septiembre de 2010

La Biblia con Entendimiento

A causa del pecado que forma parte de la humanidad, todas las personas sin excepción perdimos la capacidad de relacionarnos con nuestro Dios creador: Romanos 3:23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Es por esa razón que en el inexplicablemente amor de Dios hacia el género humano, estableció el maravilloso plan a través del cual se humanaría en la Persona de Jesucristo para ofrecerse en sacrificio por nosotros, pagando la deuda de pecado que cada uno arrastra y permitiendo a través de EL, restablecer el vínculo con el Santo Dios.

En las Santas Escrituras encontramos uno de los más famosos versos: Juan 3:16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Cuando leemos en este versículo la palabra CREE, no se trata de conocer su existencia, yo puedo creer que existió Simón Bolívar, Napoleón Bonaparte, Jorge Washington, incluso puedo estar de cuerdo con las acciones que realizaron cuando pasaron por el mundo, puedo estar de acuerdo con sus postulados y pensamientos, pero todo esto está basado en el conocimiento que tengamos de ellos. El significado de CREER en la cita anterior va más allá del conocimiento que tengamos acerca de la existencia del Hijo de Dios pues si fuera solamente por eso tendríamos que aceptar que los demonios también serían salvos: Santiago 2:19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”. 

lunes, 13 de septiembre de 2010

Nuestra meta: Ser como Cristo

Reflexionando en las palabras del Apóstol Pablo a la Iglesia en relación a nuestra responsabilidad en el “crecimiento espiritual”  nos damos cuenta de la imperiosa necesidad de enfocarnos en la Meta a conquistar por todo “Cristiano” verdadero: La Estatura de Cristo: Efesios 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.  

En este versículo encontramos la importancia que tiene para nosotros alcanzar “el conocimiento del Hijo de Dios” para lograr la meta anhelada de ser como Cristo.  Obtener este “Conocimiento” solo tiene una manera para lograrse: a través de las Santas Escrituras o como la conocemos en nuestro tiempo: La Biblia: 2 Timoteo 3:16-17Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Por esta misma razón fue  que el mismo Señor Jesucristo nos mandó a utilizar su Palabra: Juan 5:39Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí

martes, 7 de septiembre de 2010

Creciendo en la Palabra de Dios

Cuando un “Cristiano” experimenta el nuevo nacimiento comienza a vivir una nueva dimensión espiritual que antes no tenía, es un comenzar de nuevo desde cero en una relación íntima y con una Persona real llamada Jesucristo. Esta nueva convivencia requiere de un aspecto importante que forma parte de todo organismo vivo como lo es el Crecimiento. Igual como nos sucede en lo físico, también en lo espiritual necesitamos crecer en el grado de relacionamiento con Cristo, lo cual se traduce en un acercamiento progresivo al Señor Jesús que va dibujando  en nuestro carácter su misma semblanza haciéndonos más parecidos a Él cada día. Efesios 4:12-13 “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo

Para lograr un crecimiento espiritual progresivo al igual que sucede en nuestro lado físico se requiere aplicar en nuestro estilo de vida una serie de leyes, mandamientos, preceptos y normas creadas precisamente para garantizar un crecimiento saludable. Es un deseo generalizado, pues en el ambiente físico todas las personas desean y sueñan con experimentar un crecimiento saludable que nos haga sentir bien y que nos garantice el disfrute de una larga vida saludable. Precisamente para evitar las enfermedades, los seres humanos debemos cumplir con una serie de mandamientos, reglas y normas como cumplir con unos Buenos Hábitos  Alimenticios. Lamentablemente estos hábitos no están implícitos en nuestra naturaleza, es por eso que debemos primero aprenderlos (Educarnos) poniéndolos en práctica para entonces poder experimentar sus beneficios.

lunes, 16 de agosto de 2010

Diga el Débil fuerte soy - Joel 3:10

Hace mucho tiempo atrás cuando todavía Jesús estaba desarrollando su Ministerio aquí en la tierra, tuvo un encuentro poco casual con un hombre que lo visitó durante una noche, debido a su temor del que dirán de sus conocidos. El nombre de este hombre era Nicodemo (Juan 3), la razón principal de su visita al Maestro de Galilea era la búsqueda de algunas respuestas a sus inquietudes: La respuesta que le dio Jesús todavía resuena en los corazones de muchas personas: “Es necesario nacer de nuevo”. Desde ese momento se dio por entendido que para que la humanidad pudiera restablecer el camino hacia su Creador, roto debido al pecado, no se requería de “Religiones” (de hecho Nicodemo era principal de la Religión judaica) sino de comenzar una “nueva Vida”, la cual se basa en una relación personal e intima con el único Salvador del Mundo: Jesucristo.

Esta nueva vida tiene su inicio desde nuestro interior impactando de manera integral a nuestro espíritu (esta parte no la entendió Nicodemo), y desde allí se comienza expandir hasta afectar incluso nuestra vida exterior o física. Para que esta vida se genere en nosotros Dios coloca en nuestro sistema de vida un elemento imprescindible para la subsistencia espiritual: La Fe. Luego ocurre un hecho milagroso en nuestra vida: Efesios 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Somos dotados del Espíritu Santo de Dios el cual se encargara de proveer los recursos necesarios para que esta nueva vida se desarrolle de manera normal y crezca hasta la medida del propio Jesucristo, quien se convierte en el modelo que nos sirve de medida en nuestro crecimiento. Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

lunes, 9 de agosto de 2010

La Enemistad y los Celos Ministeriales

Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. Hechos 2: 43-47

Cuando leemos la historia de la Iglesia primitiva, es decir la historia de los primeros cristianos en donde Pedro y Juan toman un papel muy importante, nos damos cuenta que el Espíritu Santos se derramaba sobre sus vidas y sobre aquellos que creían de una forma especial. La Biblia habla que tenían TODAS las cosas en común y que cada cual velaba por el bien del otro.

Casi dos mil años después, la Iglesia de hoy no es muy parecida a la primera, hoy en día predomina mucho las enemistades en la congregación y los celos Ministeriales. Estos defectos lejos de permitir a la Iglesia crecer pueden llevarla al fracaso espiritual y porque no decirlo, al fracaso en el objetivo de ganar a otros para Cristo.

Es por esa razón que quiero hablar sobre este tema de gran importancia para TODOS aquellos que anhelamos hacer la voluntad de Dios dejando a un lado las diferencias que en momento determinado el enemigo quiera poner en nuestras vidas.

sábado, 7 de agosto de 2010

¿Azotado?, Cántale al Señor

Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”.
Hechos 16:22-25
Esta es una de esas historias que me hacen reflexionar en el amor verdadero que un discípulo del Señor tiene que tener por El. Es impresionante la reacción de Pablo y Silas frente al suceso que estaban experimentando, sin lugar a dudas, un ejemplo para nosotros hoy en día.
Pablo acaba de echar un espíritu de adivinación de una muchacha, los amos de esta muchacha que se lucraban del espíritu de adivinación que esta tenia se enojaron contra Pablo y Silas, al ver que su fuente de dinero estaba perdida, la muchacha había sido libre y no podría nuevamente adivinar a las personas que lo solicitaran.