A causa del pecado que forma parte de la humanidad, todas las personas sin excepción perdimos la capacidad de relacionarnos con nuestro Dios creador: Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Es por esa razón que en el inexplicablemente amor de Dios hacia el género humano, estableció el maravilloso plan a través del cual se humanaría en la Persona de Jesucristo para ofrecerse en sacrificio por nosotros, pagando la deuda de pecado que cada uno arrastra y permitiendo a través de EL, restablecer el vínculo con el Santo Dios.
En las Santas Escrituras encontramos uno de los más famosos versos: Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Cuando leemos en este versículo la palabra CREE, no se trata de conocer su existencia, yo puedo creer que existió Simón Bolívar, Napoleón Bonaparte, Jorge Washington, incluso puedo estar de cuerdo con las acciones que realizaron cuando pasaron por el mundo, puedo estar de acuerdo con sus postulados y pensamientos, pero todo esto está basado en el conocimiento que tengamos de ellos. El significado de CREER en la cita anterior va más allá del conocimiento que tengamos acerca de la existencia del Hijo de Dios pues si fuera solamente por eso tendríamos que aceptar que los demonios también serían salvos: Santiago 2:19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”.
La palabra CREER se refiere a establecer una verdadera relación filial con Jesucristo, pues el vive, no podemos actualmente tener amistad con Bolívar, Napoleón y Washington, pero con Jesús podemos y necesitamos experimentar un relación fraterna e intima, pues actualmente está vivo y activo todos los días de nuestra vida. Ser un verdadero Amigo de Cristo es a lo que realmente se le conoce como Cristianismo, y ser cristiano es simplemente ser amigo de Jesús. Lamentablemente la gran parte de la humanidad en su natural anhelo de acercarse a una deidad ha inventado todo un aparataje de tradiciones, dogmas y practicas queriendo identificar al Cristianismo con una mera Religión.
En toda relación de amistad real existe un elemento o requisito primordial conocido como la Comunicación, y para que la misma pueda establecerse de manera normal tiene que existir un intercambio de ideas y palabras en ambos sentidos, es decir, entre los involucrados en la relación de amistad, no podemos ser amigos de alguien con quien no entablemos comunicación, no podemos ser amigos de alguien a quien no le hablamos, no podemos ser amigos de alguien a quien no oímos cuando nos habla.
En relación a esta amistad con el Señor Jesucristo, viene a nuestra mente una pregunta lógica: ¿Cómo podemos relacionarnos con alguien a quien no vemos? Precisamente por eso fue que Dios hizo nos concedió de manera milagrosa el don de la Fe, pues a través de ella es que visualizamos a Jesús cada momento de nuestra vida, es por eso que es sencillo hablar con El por medio de nuestras oraciones, tristemente la mayoría de los “cristianos” se conforma solo con hablarle, pero para que exista una verdadera comunicación no solo nos limitaremos a hablarle, pues es necesario escuchar su voz también: 1 Timoteo 4:5: “porque por la Palabra de Dios y por la oración es santificado”.
Antiguamente Dios utilizó muchos medios para hablarle a los hombres: en medio de una zarza ardiente, en la cima de una montaña, a través de ángeles, o en sueños. Pero en el tiempo actual Dios diseño un único canal para hablarnos a través de las Santas Escrituras: Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”
Así que para construir una verdadera relación con nuestro Señor Jesucristo es necesario que por fe le hablemos y aprendamos a escucharlo por medio de la Palabra de Dios: Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Escuchar y obedecer la Palabra aumenta la relación filial (familiar) establecida entre nosotros y el Señor Jesucristo: Lucas 8:21 “El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de Dios, y la hacen”. Esta comunicación completada con escuchar lo que Dios nos tiene que decir en su Palabra trae doble bendición a nuestra vida cristiana: Lucas 11:28 “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios, y la guardan”.
A través de las Escrituras es que Dios nos confronta a nuestra realidad como seres humanos, nos muestra de manera perfecta lo que somos y también nos enseña el camino que tenemos seguir:
* Hebreos 4:12 “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.
* Salmos 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas”.
* Salmos 17:5 “Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen”.
Cuando a pesar de tener esta Guía de crecimiento (La Biblia) en nuestras vidas, la desobedecemos llevando una vida carnal y derrotada exponemos a las Santas Escrituras a la Blasfemia por parte de los indoctos o inconversos que ven el tipo de vida que llevamos, sobre esta afrenta somos nosotros responsables: Tito 2:5 “a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la Palabra de Dios no sea blasfemada”.
Aunque podemos esforzarnos estudiándola de forma personal y autodidacta en nuestras casas, el plan de Dios para exponer su Palabra fue dado como responsabilidad a las Iglesias directamente. Al igual que ocurre en lo secular, enviamos a los niños y jóvenes a realizar su proceso de aprendizaje en las Escuelas, liceos y universidades, pues en lo Espiritual es la Iglesia la que unido al mandato de predicar el Evangelio para la conversión de las personas sin Cristo tiene también la gran responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios, es por eso que el mismo Dios constituyó a personas dentro de la Iglesia como Maestros entre otros Ministerios: Efesios 4:11 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y Maestros”.
Hoy en día podemos observar como el cristianismo está en crisis debido al mal testimonio que dan la mayoría de los que se identifican como “cristianos”, y la razón principal es que han descuidado el aprendizaje y escudriñamiento de la Palabra de Dios, este abandono es otra señal para identificar que estamos en los últimos tiempos, hoy en día vemos como las Iglesias se dedican a muchas actividades de Entretenimiento montando shows: música, danza, ballet, y de fraternidad social, dejando a un lado la sana doctrina, y como las personas que asisten a las iglesias tienen comezón de oír ponen su confianza en lo que dicen algunos “Maestros” que sin basarse en las escrituras enseñan herejías: 2 Timoteo 4:3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias” .
Cuando en nuestros estudios seculares no cumplimos con el aprendizaje, no pasamos las evaluaciones nos Reprueban el año, o como se dice de manera popular aquí en Venezuela: “Nos raspan” y tenemos que volver a repetir el mismo plan de estudio. Igual sucede en las Iglesias, hay cristianos que no estudian, y les toca repetir el año pues salen “raspaos” en el conocimiento de la Palabra de Dios, y en vez de graduarnos, pasan los años y todavía muchos se encuentran en el Kinder (Primer nivel de Educación): Hebreos 5:12 “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido”.
Recordemos que la Fe viene por el oír la Palabra de Dios, pero la misma constituye un refuerzo importante en el aprendizaje de la Palabra de Dios: Hebreos 4:2 “Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron”.
En conclusión hoy más que nunca se requiere que la iglesia tome la divina misión de impartir la Palabra de Dios enseñando la Sana doctrina y los cristianos que pertenecen a la iglesia se interesen de manera seria y responsable en escuchar la voz de Dios a través de su Palabra como ocurría en los tiempo del Profeta Nehemías: Nehemías 8:8 “Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura".
Pongamos todos nuestros sentidos en aprender la Palabra de Dios.
Que Dios te bendiga
Por Ing. Enoc Portillo
lunes, 20 de septiembre de 2010
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