lunes, 21 de junio de 2010

Reflexión para Padres

Hoy se celebra el día del padre en muchos países del mundo, en la mayor parte de los países de América latina, al igual que en Estados Unidos, Canadá y Perú.

Es una fecha importante para el mundo, ya que se le rinde un homenaje, a los abuelos y a los Padres en general, si hablamos de padres, podríamos empezar por nombrar en primer orden a Adán  en la Biblia en el cap. 4 de Génesis dice: “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín”,…
He aquí se convirtió Adán en padre al engendrar en Eva su primogénito, o primer hijo. En segundo orden en  Génesis 17:5 dice: “Y no se llamara mas tú nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbres de gente”.
Vemos esa maravillosa bendición de Dios, ese pacto que hiciera con un hombre, y no un hombre cualquiera sino uno que fue nombrado por El como padre de muchedumbres.
Hoy en día, hablando o refiriéndonos al día del padre a esta celebración que el mundo hace, no es otra que un comercio, una manera de hacer dinero que el hombre ha inventado con el único propósito de hacerse de dinero a través de la venta de cosas materiales, que los hijos van y adquieran dichos artículos con el fin de mostrar cariño a sus padres en este día. ¿Será que en los demás días del  año no hay posibilidades de acordarse del padre?
Veamos pues a la luz de las Sagradas Escrituras, cual es el rol o papel de los padres para con los hijos, y de los hijos para con los padres.

1.- Los padres deben:
Instruir y educar al niño. Proverbios  22: 6, “instruye al niño en  su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Enseñarle a diferenciar lo bueno de lo malo en la vida, el niño a edad temprana es una esponja, absorbe todo lo que ve en el mundo y por eso como padres debemos enseñarles esas diferencias para que no sean adsorbidos por malos hábitos y costumbres que puedan dañar su personalidad, comportamiento.

El Salmo 34:11 dice: “venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñare”.
Es muy importante en estos tiempos proféticos que estamos viviendo, educar a nuestros hijos con respecto a lo que la Palabra de Dios tiene para ellos como guía de la vida, que deben vivir en obediencia a Dios, encaminarlos, desarrollar sus facultades morales e intelectuales, por medio de ejemplos de comportamiento que como padres, estamos en la obligación de dar a nuestros hijos, es muy importante dar buenos ejemplos para así encaminarlos de la mejor manera en la carrera de la vida, para que sean hombres y mujeres de bien.
La religión es básica en esa carrera, sobre todo la religión basada en el conocimiento y obediencia de las Sagradas Escrituras lo dice en Santiago 1:27, “la religión pura y sin macula delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”.

Hay muchos que dicen que al niño no se le debe enseñar ninguna religión, sino esperar que cuando sea grande el escoja la que quiera o desee, creemos que esa manera de pensar es equivocado, porque como padres a la luz de La Palabra de Dios estamos en el deber de enseñar a nuestros hijos lo que es mejor para ellos, si  creemos que el evangelio es lo mejor para ellos, debemos enseñárselo, y esto requiere que verdaderamente el padre sea convertido.

Y debe dársele esta enseñanza al hijo cuando es niño como dice la Palabra de Dios. La niñez es la edad de la oportunidad, es la edad en que su carácter y sus hábitos son formados, los padres tienen la primera oportunidad, antes de que el niño se vea afectado por la influencia de la calle.
De allí que el niño pueda ejemplos de una vida sincera, honrada, en base a los valores y principios de la familia.

Los niños o jóvenes se dan cuenta hasta donde sus padres son sinceros en la religión que tratan de enseñarle, no basta con decirle que no diga mentiras, groserías y malos hábitos  y en los hechos mostrar lo contrario.
Ejemplo de ello que llegue un cobrador de algún artículo que le tomo fiado a un vendedor o turco y le dicen al niño o al joven dile al señor ese que no estoy en la casa en estos momentos.

Los niños son capaces de aprender más por las actitudes de los padres que por sus palabras, es decir aprenden mas con lo que ven, que por lo que se les dice, necesitan del cultivo como algunas plantas o animales de raza fina, esa instrucción debe ser dada en el hogar.
Es en el hogar que se debe hacer todo el empeño posible para instruirlo y educarlo en la disciplina del Señor.

Esa disciplina del Señor podríamos hablar de tres pasos esenciales para ello:
1.- Corrección física: se debe aplicar castigo físico cuando sea necesario pero sin ira, con carácter y seriedad, y no como para desahogarnos, ya que muchas veces incurrimos en el error de quererle pegar por todo y no es la forma, óigase bien que es cuando es necesario, debe hacerse con sinceridad en el castigo que se aplica con amor para que el niño vea que se le está corrigiendo con el fin de hacerle un bien. La Palabra de Dios dice en Proverbios 23:13 “No rehúses corregir  al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá”.
2.- Corrección Moral: de consejo, reprimenda, es decir podemos como castigo prohibirle algo que quiere, bien sea un paseo, juguete etc. En proverbios 16:6 dice: “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal”.
3.- podemos decir que con la severidad excesiva y pasada de límites más bien perjudica; y todo en exceso es malo y tarde o temprano pueden verse los resultados negativos. Esta tarea no debe ser relegada a otros como los colegios, centros de corrección etc. La Biblia insiste en que esto sea enseñado a los hijos en el hogar y podemos verlo en Deuteronomio: 6:6-9 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las ataras como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.
Estos son los deberes que Dios en su infinita sabiduría ha escrito para que nosotros como padres obedientes hagamos para con nuestros hijos, para que nuestros días sean alargados, esa promesa que el Señor nos dejo a los que andamos en sus caminos.

Podemos ahora hablar también de los deberes de los hijos hacia los padres:
1.- Los hijos no deben despreciar ni la corrección, ni la enseñanza que sus padres les  imparten, sobre todo cuando es dada a la luz de las Sagradas Escrituras. Efesios 6:1 “Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres,  porque esto es justo”. No es por capricho de los padres sino porque es mandato de Dios que los hijos reciban las enseñanzas y reprensiones de que son objeto porque es bueno para ellos.
2.- Ni la persona de sus padres, Proverbios 23:22 “oye a tu padre, a aquel que te engendro; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”.
Esto tiene que ver con la conducta de algunos hijos que cuando los padres, ya están ancianos los llevan a una casa hogar, a un asilo, ya que les estorban para sus planes, viajes etc., padres que ya son una carga y no somos capaces de mantenerlos a nuestros lado hasta que el Señor decida llevarlos consigo.
3.- Deben recibir, apreciar, acatar, aprovechar dicha enseñanza o corrección. Proverbios 23:12 “aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría”.
Dar su corazón al Señor y obedecerle, hasta donde conozcan y entiendan acerca de Él. En Proverbios 23:12 dice: “Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos”.

Es más que tomar parte en ciertos programas de la iglesia, es mostrar obediencia, buena conducta tanto dentro como fuera del hogar, buenos modales, buenos hábitos y costumbres.
El hijo debe cultivar para con sus padres:
1-    Amor
2-    Confianza
3-    Respeto.
Todo esto tiene que ver con que en vez de buscar ayuda en los de afuera, la busquen en sus padres, así podrían evitar  ser mal orientados y aconsejados por extraños. Según la capacidad y conocimientos que vayan adquiriendo, pueden superar o corregir errores o equivocaciones que sus padres, por incapacidad o falta de educación tal vez, cometieron.

No copiar de familiares y amigos las malas palabras, malos hábitos etc.
Un hijo obediente  a Dios da estimulo a los padres, porque tal conducta, evita muchos males y atrae bendición personal. En Proverbios 3: 3-4 la Palabra de Dios es muy clara al respecto dice: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y hallaras gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres”.
Y también proporciona bendición a los padres en Proverbios 23: 15-16 Dice “Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrara el corazón; Mis entrañas también se alegraran Cuando tus labios hablaren cosas rectas”.

Para concluir  podemos citar Hechos 12: 5-11, Si tanto los padres como los hijos aprendemos a depender del Padre Celestial y buscamos en El la solución a todo los que se nos presente, El  sabrá  dar la salida a toda situación según su voluntad y la necesidad que El vea en nosotros, puede que nosotros como padres terrenales nos equivoquemos ya que no somos perfectos, pero, nuestro Padre Celestial no se equivoca nunca, por tanto debemos seguirlo en Espíritu de fe y obediencia para que su bendición este siempre con nosotros, esperando que esta exhortación les sea de provecho tanto a los padres como a los hijos y que El Señor los bendiga siempre.
Por William Morales

No hay comentarios:

Publicar un comentario